El recuento de polen alcanza su punto álgido cada primavera, y pasar tiempo tanto en el exterior como en el interior de los vehículos es especialmente problemático para los alérgicos. Los filtros de habitáculo, que suelen ser estándar, están diseñados para filtrar los gases de escape y otros contaminantes atmosféricos. Si el filtro de habitáculo deja de cumplir su función, pueden entrar en el interior del vehículo más contaminantes atmosféricos, como polvo, hollín, óxidos de nitrógeno, benceno, ozono o polen, por ejemplo a través del sistema de aire acondicionado.