Los conservantes de la madera que contienen las sustancias peligrosas pentaclorofenol y lindano se utilizaron sobre todo en los años 60 y 70 para proteger las vigas de los tejados e incluso los juguetes de madera. Se trata de contaminantes orgánicos altamente volátiles (SVOC) que pueden seguir emitiendo gases en el interior durante décadas y acumularse en el polvo doméstico, causando problemas de salud e incluso cáncer.